jueves, 20 de agosto de 2020

ARTE AL AIRE LIBRE EN LA SERRANÍA DE CUENCA

Los tiempos de pandemia nos están obligando a planificar nuestras vacaciones de verano en destinos conocidos y cercanos, nos  están impulsando a elegir espacios de vida rural y de turismo de interior que permiten ampliar el conocimiento de nuestro país. En este contexto social quiero haceros una recomendación viajera que se encuentra en la zona septentrional oriental de Castilla-La Mancha. Me refiero a unos pequeños pueblos de la Serranía de Cuenca, formada por estribaciones donde los ríos Tajo, Júcar y Cabriel y sus afluentes empiezan un largo recorrido hacía el mar. Gracias a la iniciativa artística de reproducir en la calle escenas de tradiciones y oficios mediante esculturas de tamaño natural, en la actualidad pasear por Valdemeca, Cañete y Huerta del Marquesado significa acceder a un museo al aire libre sin pagar entrada, cuyas diferentes salas se distribuyen por las calles, plazas y recintos públicos de la trama urbana y rural.

El triángulo que dibujan estas tres poblaciones tiene como eje de comunicación, de manera aproximada, la carretera nacional 420, que enlaza las capitales provinciales de Cuenca y Teruel, y la carretera autonómica 2106.

Comienzo por Valdemeca, población rodeada de un precioso parque forestal, porque es ahí precisamente donde nació el artista promotor y ejecutor de esta iniciativa comenzada a desarrollar en 2012. El pintor y escultor Luis Zafrilla quiso inmortalizar en el paisaje ilustrado que proyectó en la periferia de su pueblo, unas atractivas escenas tradicionales que representan costumbres y personajes pertenecientes al patrimonio social y cultural de la población. El código estético empleado es del más puro realismo. Incluso yo diría que con carácter previo a la realización de la escultura debió producirse un exigente trabajo fotográfico con vecinos reales del pueblo para acercarse mejor a la crónica de la realidad elegida. En la arboleda de La Dehesilla se reproducen juegos con nombres que parecen un trabalenguas: tabajasapos, estornija, estiragarrote, tieso, arrancacepas y pendola.


El recorrido del museo al aire libre incluye 22 escenas diferentes, que se pueden ir descubriendo en un largo paseo o intercalando el desplazamiento en coche con andar. Son conjuntos artísticos relativos a una tarde de toros, una fiesta de gitanos, la llegada de la guardia civil al pueblos o la comitiva que se forma para homenajear a la virgen del lugar.

Este paseo por la cultura rural de Cuenca sorprende por la veracidad y autenticidad con la que ha sido trabajado por el artista. Sin embargo Zafrilla en su trayectoria profesional también comparte con sus orígenes un alma creativa vinculada al mar y a la costa. Sus composiciones más conocidas se corresponden con luminosas escenas pictóricas de vida y tradiciones mediterráneas, vinculadas al intenso azul del mar, al luminoso color de las buganvillas, al blanco transparente de su arquitectura más cálida que podemos encontrar en las islas del Mare Nostrum. 


De tiempo de los árabes procede la estructura urbana de Cañete y su castillo. Pero también la huella medieval se descubre por todas sus arterias que desde la Plaza Mayor articulan el paseo del visitante de fuera hacia dentro, un itinerario planteado desde la carretera al centro urbano, para ir visitando a partir de sus murallas las escenas de su museo al aire libre. Produce gozo encontrar los primeros conjuntos escultóricos escuchando al mismo tiempo el rumor de las aguas del río y la gran cascada que se forma en la zona baja de la población, donde las lavanderas cantaban y hablaban al ritmo del movimiento de sus manos. Después, al aproximarnos a la puerta de acceso por la vieja muralla, se descubren los homenajes pictóricos al abrevadero donde caballerías y ganado recuperaban sus fuerzas o a la tradicional procesión de traslado de la virgen o al peligroso juego de correr delante de los toros.





En la pequeña población de Huerta del Marquesado el lavadero es el auténtico lugar de encuentro social para los veraneantes y la población local que combatía el frío ejerciendo una esforzada vida cotidiana y trabajos en las huertas, para aprovechar la infinidad de arroyos de este paraje natural. Construcciones de nuevo diseño han ido transformando el aspecto de este pueblo de interior y serrano. Hoy está considerado entre aquellos viajeros que desean reencontrar en vacaciones la parte más positiva de las tradiciones rurales. El paisaje artístico se produce acompañado por un gran silencio y la escasa presencia de personas que circulan por las calles.



La Serranía de Cuenca está formada por un conjunto de plataformas estructurales y pliegues, cortado a cuchillo por caudalosos cursos de agua, que han permitido formar en otros espacios algo alejados de los aquí descritos, unos museos de formas naturales, no creados por artistas sino por la fuerza del paso del tiempo y de los movimientos de la geología y la hidrología. Me refiero a los museos naturales de La Ciudad Encantada y Las Torcas, situados en una zona más cercana a la capital de la provincia de Cuenca, donde el agua milenaria ha creado en las enormes rocas unas formas caprichosas y monumentales que despiertan la admiración del visitante.